El sitio incluye muchas tumbas neoeneolíticas: se trata de entierros rodeados de piedras (hasta 5 círculos concéntricos) y consta de cinco cajas líticas, cuatro de las cuales están rodeadas por círculos de piedras incrustadas en el suelo que, originalmente, delimitaban el montículo. en tierra y escombros que se erigió sobre el entierro.

Estos círculos funerarios son el conjunto monumental más importante dejado por lo que los arqueólogos han llamado la Cultura de Arzachena y datan de la segunda mitad del cuarto milenio antes de Cristo.

Las cajas tienen forma cuadrangular y están formadas por losas de piedra. En su interior estaba enterrado el difunto, quien iba acompañado de un kit funerario que incluía cerámica, jarrones de piedra, hachas y collares vagos en esteatita y piedras semipreciosas.

Tanto la arquitectura de la necrópolis como los objetos encontrados muestran similitudes con los yacimientos contemporáneos de Córcega y la región provenzal y pirenaica.